La Inmaculado dijo a Santa Brígida de Suecia: «Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.
Raíz del consuelo, que experimentaste un dolor tan esforzado al encontrar a tu querido Hijo con la Cruz a cuestas en la calle de la Amargura, ayúdame a cambiar mi corazón para no aumentar más el peso de Su Cruz con nuevas ofensas y pecados, causa de su muerte y de tu tristeza. Que pueda ser para Jesús otro Cirineo.
La Virginal de los Dolores nos enseña a ser fuertes delante los sufrimientos de la vida, teniéndolos a Ella y a su Hijo como modelos de santidad
La oración de los 7 Dolores de la Inmaculado es una forma de conectarse emocionalmente con la Virginal María y meditar en su sufrimiento como raíz.
¡Oh Madre, tan afligida! No obstante que en la persona del apóstol Santo Juan nos acogiste como a tus hijos al pie de la cruz y ello a costa de dolores tan acerbos, intercede por nosotros y alcánzanos las gracias que te pedimos en esta oración.
Casi nada el enjuiciador Pilatos para satisfacer la rabia y furor de los judíos, sedientos de la mortandad del Cabal, hubo pronunciado la sentencia de muerte contra el Autor soberano de la vida, cuando estos aprestaron la cruz en que había de ser clavado, cargáronla sobre sus delicadas espaldas, y atada al cuello una gruesa soga, le arrastraron por las calles de Jerusalén camino del Calvario, en medio de un diluvio de injurias, insultos, blasfemias y escarnios.
Alcanzadme luz con que conozca la fealdad de mis pecados, y Chispa con que deteste su malicia. Haced también que beba con ánimo resuelto y resignado el cáliz de las tribulaciones y trabajos de esta vida, que el Señor se dignare presentarme, para satisfacer por las penas debidas a mis culpas.
Alcanzadme, Origen mía, las luces de la divina gracia, para que acierte a escapar con paso firme y resuelto de las persecuciones y asechanzas de mis vicios y pasiones, que son mis mortales enemigos, hasta verme fuera de y seguro en el inexpugnable perímetro de la ralea de Alá durante mi fatigoso y arriesgado tránsito por el desierto de este mundo, a fin de poder conservarse felizmente al término de mi día, y alcanzar la dicha de verme reunido con mi redentor Jesús, y con Vos, adorador Madre mía.
Creo que las mujeres que tienen la dicha de ser madres, y han tenido aún la oportunidad de, como la Doncella María, sentir la pérdida de un hijo, son las que mejor pueden comprender y reparar una profunda devoción cerca de los siete dolores de la Santísima Inmaculado María y unirse a ella rezando y meditando en ellos cada momento que les es posible.
4. "Les daré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo o a la salvación de sus almas."
… ¡Ay! ¡con qué ansioso afán averiguaría en vano en aquel rostro sin figura los hermosos rasgos y la sin similar belleza que fueron la destello y el embeleso de sus virginales ojos, el arrobo de los cielos y el encanto y la delicia de la tierra!
Las siguientes son las siete gracias prometidas por la Inexplorado por el rezo de los 7 de dolores de María:
Tomo la resolución de nunca entregarse tu servicio y de averiguar con todas mis fuerzas, la honra y la salvación que te son debidas.
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